TRATAMIENTOS contra la obesidad

Existen 3 tipos de tratamientos contra la obesidad:

El TRATAMIENTO MÉDICO incluye el soporte dietético y nutricional controlados, las dietas comerciales estandarizadas de muy bajo contenido en calorías (VLCD), con o sin ayuda farmacológica (fármacos que aumentan el gasto metabólico basal, anorexígenos, o los que disminuyen la absorción de grasas), la motivación al ejercicio físico habitual, el apoyo psicológico cuando es necesario, la colaboración con el médico de cabecera y endocrinólogo en el manejo de las enfermedades asociadas, etc.

Los fármacos análogos de GLP-1 como Semaglutida (Ozempic, Rybelsus) y Liraglutida (Saxenda), utilizados en la Diabetes Tipo 2 – DM2, pueden ayudar a mejorar la adherencia a las dietas al tener como efecto secundario la saciedad precoz, disminución de la sensación de hambre, náuseas y vómitos, y mala tolerancia oral. Estos fármacos siempre deben estar prescritos por profesionales médicos y bajo supervisión porque no están exentos de riesgos y efectos secundarios. Las indicaciones para su empleo son muy concretas, pacientes con IMC >28 a 33 especialmente si asocian DM2, y siempre teniendo en cuenta que son una ayuda a la modificación dietética con restricción calórica y ejercicio. Tienen efecto rebote si no se mantienen los hábitos saludables adquiridos.

Las dietas deben ser supervisadas por un especialista en DIETÉTICA Y NUTRICIÓN, deben basarse en alimentos naturales disponibles en nuestros supermercados y suplementarse con un incremento en la actividad física adaptada a las condiciones del paciente.

Las dietas poco fisiológicas como la DUKAN, o DISOCIADAS, MACROBIÓTICAS, y dietas MÁGICAS, etc., son poco recomendables porque ocasionan déficits nutricionales a largo plazo y presentan reganancia de peso tras su finalización (EFECTO YO-YÓ), ya que no son perdurables en el tiempo.

Por desgracia, las DIETAS son el tratamiento con mayor número de fracasos, normalmente debido a la inconstancia y abandono por parte del paciente.

Para más información consultar el apartado de DIETA SANA

El TRATAMIENTO QUIRÚRGICO supone una intervención quirúrgica sobre el paciente, MÍNIMAMENTE INVASIVA y con CORTA ESTANCIA, por vía laparoscópica, para reducir el tamaño útil del estómago limitando el volumen de la ingesta y/o asociando un procedimiento malabsortivo controlado que provoca que parte de los alimentos no se absorban (especialmente las grasas).

Ni la colocación de anillas (LAPBAND) ya abandonadas, ni las “TÉCNICAS ENDOSCÓPICAS” como el POSE (puntos de sutura poco consistentes  por dentro del estómago para reducir la capacidad), el ENDO-SLEEVE, o el ASPIRE (colocación de un desagradable e incómodo tubo-grifo  que conecta el estómago con el exterior para vaciarlo después de comer), han demostrado efectividad a medio y largo plazo, no han pasado la “prueba del tiempo”, presentan riesgo de complicaciones, elevado coste, y recuperación del peso tras la retirada del dispositivo, además de alterar la normal anatomía del estómago dificultando el abordaje quirúrgico en caso necesario tras la reganancia de peso. Tan solo los BALONES INTRAGÁSTRICOS han demostrado efectividad limitada en casos muy seleccionados, ya que pueden ayudar a mejorar la adherencia a las dietas y modificar hábitos, aunque es frecuente el efecto rebote tras su retirada.

En Nuestra Unidad empleamos 2 tipos de Balones Intragástricos, el modelo endoscópico ORBERA de 6 meses y el modelo ingerible ELIPSE de 4 meses.

El primero, Orbera, requiere de sedación y una endoscopia digestiva alta para su colocación, y una anestesia suave y de nuevo una endoscopia para su retirada a los 6 meses. Ambos procedimientos son ambulatorios y solo requieren de 2-3h en el hospital. El modelo ingerible ELIPSE se ingiere en forma de cápsula en el departamento de Radiodidagnóstico, donde comprobamos su colocación en el estómago y lo hinchamos. A los 4 meses se pincha automáticamente y de forma autónoma y desaparece con la comida a través del tubo digestivo. Pueden notarse molestias ligeras los días que se transita por el intestino ya vacío como un globo pinchado. En este caso no requiere de anestesia ni endoscopia para su colocación o extracción pero, a cambio, dura 4 meses en vez de 6, y la pérdida estimada es algo menor.

Se considera que la media de pérdida de peso con el BIG ORBERA de 6m es 10-15kg, y con el modelo ELIPSE de 8-12kg. Si bien son medias, es decir, hay pacientes que han perdido hasta 20kg y otros menos de 8kg. Una adecuada selección de las indicaciones y pacientes minimiza el riesgo de fracaso y pérdida insuficiente. En caso de  no perpetuar el cambio dietético tras la pérdida del balón puede aparecer efecto rebote.

Para más información consultar el apartado de CIRUGÍA DE LA OBESIDAD y BALÓN INTRAGÁSTRICO.