La intensa atención del Dr. Sala y su equipo en el postoperatorio hacen que las complicaciones sean algo inusual.
Iniciamos la deambulación a las 12h, haciendo ejercicios respiratorios para evitar las atelectasias y neumonías, minimizando el riesgo de infecciones. Tras comprobar la ausencia de fugas, instauramos una alimentación oral líquida fisiológica y progresivamente hiperproteica para facilitar la cicatrización de las suturas. La disponibilidad y el contacto son continuos y permanentes con el Dr. Sala y la dietista durante el postoperatorio hospitalario y la convalecencia domiciliaria.
El empleo de material quirúrgico de última generación, tanto en el quirófano con el uso de grapadoras de autosutura específicas como durante el postoperatorio con el empleo de medias neumáticas antitrombóticas, hace que el procedimiento sea más confortable y se reduzcan los riesgos todavía más.
El paciente ingresa el mismo día de la intervención, con profilaxis antibiótica y tromboembólica. La intervención y el postoperatorio transcurren con normalidad, y se da el alta a las 48h postoperatorias con buena tolerancia oral e información dietética para el cuidado domiciliario hasta las revisiones posteriores.
Salvo excepciones, los pacientes se recuperan bien de la anestesia y pasan a su habitación, sin necesidad de UCI.
Todos los pacientes llevan pautada profilaxis antibiótica y tromboembólica con heparina de bajo peso molecular y medias neumáticas antitrombóticas, además de protección gástrica.